El arándano es un fruto que contiene múltiples propiedades que benefician la salud de quienes lo consumen. Entre ellas están, por ejemplo, el bajo contenido calórico, sus cualidades como diurético, la alta cantidad de antioxidantes, fibra, vitamina C y K, sus propiedades como regulador de la presión sanguínea, entre otros. El Perú es productor y exportador de este superfruto, que ha sido reconocido como uno de los más rentables del mundo.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), el primer registro de cosecha del arándano peruano data de 2008, con la primera plantación en la ciudad de Arequipa, de apenas 10 hectáreas (ha). Hacia 2012, se tenían sembradas cerca de 400 ha, y hacia 2016, se estima que alcanzó la cifra récord de 3,200 ha. De hecho, recién en 2010 se tuvo el primer registro de producción de este fruto, que ascendió a 30 toneladas. Para tener una idea de la magnitud de su crecimiento, para 2016, Sierra Exportadora estimó una producción de 20,000 toneladas. Así, actualmente, casi el 90% de la producción de arándano peruano se encuentra ubicado en La Libertad. Mientras que el resto se encuentra dividido entre Áncash, Arequipa, Cajamarca, Lima y Lambayeque.
En el mundo, EE.UU., Canadá y México se posicionan como los principales productores de este fruto. EE.UU., además, fue el principal importador en 2016, junto con Reino Unido y Países Bajos.
En el ámbito comercial, el Perú exporta dos tipos de arándano: fresco y congelado. El primero está solo disponible por temporadas, mientras que el segundo se exporta durante todo el año. Así, mientras los envíos de arándanos frescos cayeron un 42% en el primer semestre de 2017, los de arándanos congelados crecieron un 6%.
En la mesa del mundo
En los últimos cinco años, la exportación de arándanos frescos peruanos al mundo tuvo un crecimiento promedio anual de 377%, al pasar de US$470,000 en 2012 a US$243 millones en 2016. Tan solo entre 2015 y 2016, la exportación de este fruto creció un 150%. No obstante, este increíble desempeño parece haberse nublado durante el primer semestre de 2017, cuando registró una caída del 42%, respecto al primer semestre del año anterior (US$15 millones frente a US$26 millones). ¿Será este un mal año para el arándano?
A simple vista, parecería que en 2017 no vamos a alcanzar, ni mucho menos superar, el desempeño obtenido en 2016. Sin embargo, entrando un poco más al detalle en la funcionalidad de este fruto, podemos notar que la ventana de exportación del arándano fresco peruano se encuentra entre los meses de setiembre y diciembre. Tanto así que solo estos cuatro meses concentran entre el 80% y el 90% de las exportaciones del año.
Históricamente, la exportación de arándanos frescos entre enero y junio ha sido baja, pues ha representado solo entre el 5% y el 11% del total anual. Incluso, los montos de exportación en los segundos trimestres del año nunca han superado el millón de dólares (US$880,000 en el segundo trimestre de 2015, US$960,000 en el de 2016 y US$110,000 en el de 2017), lo que nos lleva a pensar que no podemos juzgar el desempeño del año en base a los resultados del primer semestre, puesto que el segundo es realmente el decisivo.
La caída del 42% que sufrieron nuestros envíos de arándanos frescos se debe casi en su totalidad a las menores exportaciones hacia EE.UU., país que importó del mundo US$403 millones de arándanos en el primer semestre, un 6.4% menos que los registrado en el mismo periodo del 2016. No obstante, el Perú es el único país del top 5 de proveedores de EE.UU. que aumentó su participación en las compras de dicho país entre 2015 y 2016, lo que reforzaría la idea de que esta caída de inicios de año es causada por la estacionalidad y no necesariamente una tendencia.
En definitiva, la entrada al mercado del fruto peruano hace tan solo algunos años ha constituido un viraje en los patrones de compra de los principales importadores. En la medida en que podamos seguir reduciendo los costos logísticos, podremos ser más competitivos frente a nuestros pares. Esperamos que los arándanos peruanos tengan un mejor desempeño esta segunda mitad del año y pueden aprovechar el potencial que vienen mostrando.
Por: Estudios Económicos de ComexPerú
Revista Negocios Internacionales N°238 – ComexPerú / Agosto 2017