NECESIDAD. Urge impulsar la investigación agraria en el Perú para que pueda acompañar al sector en el proceso de crecimiento.
Antes de referirnos a las perspectivas de la agroexportación para el 2018, es importante mencionar los sucesos que afectaron al sector el año anterior, ya que fue una verdadera prueba de fuego para el agro peruano, que tuvo que enfrentar, entre varios factores, al Niño costero, el fenómeno climatológico que destruyó no solo infraestructura urbana y dejó a miles de damnificados, sino que además dañó importantes carreteras, puentes, caminos y zonas productivas, cuya recuperación aún está en proceso. Sin embargo, y aún en medio de esta difícil coyuntura, los productores agrarios y agroexportadores, también damnificados, no solo ayudaron a la población rural y a las instituciones públicas, sino que además siguieron dando trabajo en las zonas rurales, creciendo en producción y exportaciones, dando como resultado un crecimiento de 8.5% respecto al 2016, consolidándose así como el segundo sector exportador del país.
El sector agroexportador comenzó el 2018 de manera positiva, ya que además de no vislumbrar por ahora ningún evento climatológico extremo, las perspectivas son totalmente favorables y muy alentadoras. Solo durante el primer trimestre del año, las exportaciones agrarias crecieron en 23.9% (US$ 1,424 millones) respecto al primer trimestre del año anterior, destacando el subsector frutas y hortalizas frescas, cuyo incremento fue de US$ 772 millones, un 38.1% más que nos permite imaginar lo que se viene para los próximos tres meses, y en general para todo el 2018.
Frutas y hortalizas frescas (F&H) como las paltas, los cítricos, las granadas, el banano e incluso el espárrago, entre otros, serán los principales protagonistas durante el segundo trimestre del año, con exportaciones que podrían crecer en cifras mayores a los US$ 1,330 millones al primer semestre (+19%).
En cuanto al subsector frutas frescas, este proyecta un crecimiento esperado de US$ 550 millones para el segundo trimestre del año, mientras que las hortalizas frescas por su lado tendrían un incremento aproximado de US$ 65 millones, acumulando al primer semestre del año (enero-junio) US$ 1,182 millones y US$ 150 millones, respectivamente. Esto, sin mencionar a los demás productos que se exportarán durante el 2018 y que en total permitirán un crecimiento mayor al 16% en F&H frescas.
No obstante, es importante resaltar que los productos del agro, principalmente las frutas, tienen una estacionalidad a lo largo del año, ya que no todos los meses se producen, por lo que una proyección más exacta es siempre la que se refiere al año o temporada completa. No obstante, las proyecciones y el optimismo tienen una contraparte en los retos que se deben de afrontar para que este sector siga creciendo. Para los próximos tres meses, por ejemplo, se debe dar la adjudicación de la concesión del puerto de Salaverry, puerto muy importante para las regiones del norte que debe permitir atender todas las exportaciones del sector agroexportador de regiones como La Libertad, Áncash, Cajamarca, Lambayeque, entre otras.
Se deben seguir priorizando las reparaciones en los cientos de kilómetros de vías afectadas por El Niño costero, las decenas de puentes y los cientos de kilómetros de canales de irrigación dañados, además de brindar el soporte necesario a los pequeños agricultores cuyas hectáreas de cultivos fueran afectadas. La prioridad en los próximos tres meses y en lo que queda del año, sin duda debe ser esa.
El objetivo del país es poder llegar a los US$10,000 millones al 2021 en el sector agroexportador, meta que no resulta imposible si el sector público acompaña al mismo ritmo al sector privado. Durante el 2017, llegamos a los US$ 5,795 millones, lo que quiere decir que, en promedio, debemos crecer poco más del 14% anual. Para esto, debemos darle estabilidad jurídica al marco normativo del sector agrario a través de la extensión de la Ley de Promoción Agraria (Ley Nº 27360), que dará seguridad y atraerá nuevas inversiones privadas para que sigan desarrollando el sector que tantos beneficios viene aportando al país, destrabar proyectos claves de infraestructura hidráulica mayor como Chavimochic III en La Libertad, Tambo Ccaracocha – Canal Río Pisco a quebrada Río Seco en Ica; Olmos en Lambayeque y Majes II en Arequipa, proyectos que incorporarán más de 140,000 hectáreas nuevas y más de 126,000 hectáreas mejoradas a la agricultura moderna, generando cientos de miles de empleos directos e indirectos. Así como también fortaleciendo y apoyando el ya extraordinario trabajo que viene haciendo el SENASA para abrir más mercados internacionales y garantizar la inocuidad alimentaria, y la urgente necesidad de impulsar la investigación agraria en el Perú y que pueda acompañar al sector en este proceso de crecimiento.
Por: Gabriel Amaro, Director Ejecutivo de AGAP
Diario Gestión – Suplemento Balance & Perspectivas, 10 de mayo 2018