Con el objetivo de difundir y fomentar la creación de huertos en instituciones educativas, y así promover una alimentación saludable en niños y niñas, Cerro Prieto y la Nature’s Pride Foundation han venido trabajando en un proyecto de Huertos Bosque en dos colegios de Chepén.
“Para Cerro Prieto se trata de un proyecto emblemático, alineado a nuestro propósito de ‘alimentar al mundo con productos saludables’. Ese propósito empieza por mejorar el nivel de nutrición de los niños de nuestras comunidades, lo que podemos lograr a través de huertos que imitan a nuestros bosques”, señala Leslie Sarná, Gerente de Sostenibilidad y Comunicaciones externas de Agrícola Cerro Prieto
Gracias al decidido apoyo de la Nature´s Pride Foundation, se han podido desarrollar huertos bosque en los colegios Jesús de Nazareth y San José de Moro, ambos en Chepén.
“Conocemos experiencias similares exitosas llevadas a cabo por la FAO en otros países. Por eso creemos y nos comprometemos con este proyecto. Sabemos que los huertos bosque generan espacios que involucran a toda la comunidad educativa, sirven para generar alimentos, tanto para la misma escuela, como para su comercialización, desarrollan habilidades y competencias sociales, además de servir para fines terapéuticos”, comenta Coen Van Iwaarden, Asesor Senior de Negocios Sustentables de Nature´s Pride Foundation.
En ambos colegios, el proyecto de se llevó a cabo por etapas. Primero se creó un comité en cada colegio, conformado por autoridades del sector, docentes, alumnos y padres de familia, que ha permitido que toda la comunidad educativa comprenda la importancia de una buena nutrición, así como los beneficios que ofrecen los productos de la naturaleza para la salud. Seguidamente se realizó una encuesta para saber qué tantos conocimientos tenían los docentes y alumnos sobre prácticas agrícolas e implementación de huertos. Esa información sirvió de línea base para empezar el trabajo en cada escuela.
Antes de implementar propiamente el huerto, se preparó el terreno y se implementó el riego tecnificado en cada uno. Luego, se dictaron dos talleres sobre agricultura orgánica, uno enfocado en frutales y el otro en hortalizas. En ellos, los alumnos participantes aprendieron a elaborar compost y trampas para insectos. Los docentes participaron de un taller pedagógico para reforzar conocimientos y compartir información sobre la manera en que el trabajo en los huertos puede ser usado en otras áreas educativas como matemáticas, comunicaciones, etc. Y es que en la naturaleza está todo: en ella encontramos los fundamentos de la aritmética cuando contamos semillas, de la geografía en la estructura de plantas y flores, así como en la manera de realizar los cultivos. También podemos abordar la historia desde las tradiciones alimenticias, y cómo no, la naturaleza es la base de la ciencia.
El proyecto culminará con una feria de los productos orgánicos que cada escuela produzca, así como con una encuesta de cierre. Todo este trabajo se desarrolla a través del aporte de la ONG Horizonte, especializada en temas de educación, salud y medio ambiente.
Hasta el momento los principales logros de este proyecto son: 19 profesores capacitados, 328 alumnos alcanzados, 227 árboles frutales sembrados, 4500 kilos de compost utilizado y 1354 m2 de tierra preparada.
Entre los beneficios asociados al desarrollo de huertos bosque en las escuelas está el poder aprender sobre el valor nutritivo de los vegetales que se cultivan, así como generar un acercamiento a la agricultura desde temprana edad. Además, los huertos incentivan la curiosidad de los niños por el mundo que los rodea, los hace conscientes de los recursos disponibles y permite que los alumnos comprendan la estacionalidad de la naturaleza, fomenta el trabajo en equipo, la empatía y la responsabilidad de asumir el cuidado de algo que depende de ellos para crecer.
Tanto Cerro Prieto como la Nature’s Pride Foundation están seguros de que, si logran que las personas vean a la agricultura como beneficiosa para su comunidad, adicionalmente a inculcarles ese amor por la tierra y por la naturaleza, las futuras generaciones estarán más preparadas, más comprometidas e involucradas con el cuidado de la naturaleza, y con el importante papel que cumple la labor agrícola en la alimentación del mundo.
Fuente: Nota de Prensa Cerro Prieto