Huaicos afectaron hectáreas de palto y mango que se exportan desde Moro en Áncash

Agricultores invirtieron 10 mil soles por hectárea, valle de Nepeña en Áncash tiene 3500 hectáreas de ambas frutas y también piden rehabilitación de carreteras para sacar productos.

Ambrosio Flores Huerta busca en medio del barro los mangos que enterró el huaico producto del desborde del río en el distrito de Moro, región Áncash. Ya había iniciado la cosecha para la exportación, pero la naturaleza literalmente enterró todo lo que había sembrado con esfuerzo y entusiasmo.

“Tenía más de 1000 plantas (de mango) en plena producción y el huaico se lo ha llevado todo. Nos hemos quedado en nada. Lo he perdido todo”, cuenta Ambrosio Flores con los ojos llorosos y un mudo en la garganta.

El Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR) informó que más de 4 mil familias del valle de Nepeña en Áncash se dedican al cultivo de exportación de palto y mango y solo en el sector del caserío de Cushipampa Alta se han perdido más de 10 hectáreas de ambos cultivos. SEDIR también precisó que cada agricultor invierte en promedio 10 mil soles por hectárea de forma anual.

Y en la parte baja de Moro, en el sector conocido como Máquina vieja, Junior Miranda también lo ha perdido todo. “Tenía 3 hectáreas de mango que iba a cosechar en 15 días y 2 hectáreas de palto en plena producción. Lo he perdido todo”, afirma.

La frontera agrícola de palta y mango en esa parte del país es de 3500 hectáreas. La región Áncash es segunda exportadora de mango y quinta en palta a nivel nacional.

Ayuda urgente
Los huaicos también afectaron las carreteras que conectan a los campos de cultivo de los distritos de Moro, Cáceres del Perú-Jimbe y Pamparomás lo que, ahora, dificulta sacar la fruta para exportar. La vía que conecta a los pueblos de la subcuenca del río Loco, en el distrito de Pamparomás, está seriamente dañaba y algunos lugares quedaron completamente aislados.

Además, los huaicos afectaron las tomas de agua y ahora los pobladores no tienen otra alternativa que beber agua de lluvia.

“Desde hace una semana consumimos agua de lluvia que cae por los techos. Necesitamos que nos ayuden”, contó a SEDIR el poblador del distrito de Pamparomás, Jesús Llanto.

Los pobladores y agricultores piden que desde los gobiernos locales y central los apoyen con maquinaria pesada para rehabilitar las carreteras con la finalidad de salvar sus productos y, además, volver a conectarse con las grandes ciudades.

Fuente: Nota de Prensa SEDIR

 

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Agricultores invirtieron 10 mil soles por hectárea, valle de Nepeña en Áncash tiene 3500 hectáreas de ambas frutas y también piden rehabilitación de carreteras para sacar productos.
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