La industria del arándano no es inmune a la crisis peruana e internacional y viene enfrentando serios retos. Para superarlos, requerimos de una actitud colaborativa de parte de todos los actores de la cadena de valor, y de una estrategia conjunta que permita la viabilidad de las operaciones de exportadores peruanos de todo tamaño, para que podamos seguir enfocando en producir fruta con los más altos estándares de calidad, empleo justo y bienestar para nuestro país, a través de una industria exitosa y sostenible.
En los últimos 10 años hemos visto un aumento continuo de las exportaciones de arándanos –el llamado boom–, que ha colocado al Perú como líder en este cultivo, y ha generado un desarrollo significativo en diversas regiones, antes sin oportunidades para salir adelante. Sin embargo, este crecimiento no se mantendría en el futuro dada la coyuntura actual.
La industria del arándano enfrenta hoy:
• El alza significativa en los costos de los fletes marítimos, con aumentos mayores al 70% vs. niveles prepandemia. Este aumento representa entre US$ 3 y 5 mil adicionales por contenedor, dependiendo del mercado. Esto merma significativamente el margen por hectárea y, en algunos casos, lleva el margen a pérdida en ciertos momentos del año.
• El alza de los fletes repercute, no solo en la exportación de nuestra fruta, sino también en la importación de agroinsumos que requiere nuestra operación. Estos costos no pueden trasladarse a los compradores internacionales, pues el mercado no permite aumentar los precios de la fruta que exportamos.
• Mayores tarifas de envío frente a otros commodities bajo las mismas condiciones y a los mismos mercados.
• Escasez de contenedores y cierre de puertos de destino.
• Sumado a ello, las navieras vienen brindando muy poca flexibilidad con respecto a costos asociados, como cobros por cancelaciones.
• La infraestructura nacional colapsada también está generando un impacto significativo en nuestras operaciones.
• En esta campaña 2022-23, los principales mercados del arándano peruano, como Europa y Estados Unidos, pasan por momentos difíciles, producto de la recesión y de la guerra, que han impactado fuertemente en el consumo de frutas como el arándano.
• Pobre participación del Estado en su rol promotor y una excesiva regulación que afecta la competitividad de nuestro sector.
En representación de las empresas productoras y exportadoras de arándanos en el país, hacemos un llamado de atención sobre los retos que enfrenta la industria del arándano en este momento, con el objetivo de que toda la cadena de valor involucrada en la agroexportación de esta fruta pueda conocer la realidad de la situación y que podamos llegar a alguna solución que no ponga en peligro la sostenibilidad de muchas empresas que generan trabajo para más de 250 mil familias, directa e indirectamente, en más de 10 regiones del Perú.
Necesitamos que las empresas logísticas, las navieras y todos los demás involucrados en la exportación de nuestra fruta, sean verdaderos socios estratégicos para que, juntos, superemos los problemas que nuestra industria enfrenta en estos momentos.
Fuente: Comunicado Proárandanos
