El Gobierno –de la mano con el Congreso– se ha enrumbado en la tarea de revisar las exoneraciones tributarias para determinar cuáles de ellas ya no son la mejor alternativa para el país.
¿Esta revisión sería una tarea sencilla para el Ejecutivo? Para Elmer Cuba, socio de Macroconsult, “existe un gran déficit de estudios sobre gastos tributarios en nuestro país, aunque haya una gran cantidad de este tipo de beneficios”.
Por ello, los investigadores que se unan a este reto de analizarlas deberán responder algunas preguntas: ¿el gasto tributario cumple con los objetivos propuestos en la ley que lo crea?, ¿los beneficios generados son mayores que la recaudación perdida?, ¿se puede diseñar algún programa de gasto presupuestario que genere los mismos impactos?
“Las exoneraciones están distribuidas en casi todos los sectores económicos, y en cada tipo de impuesto están extendidas geográficamente y por sector. Todo está bien desordenado, todos tienen diferentes ‘padre y madre’. Es una maraña de exoneraciones”, mencionó como parte del informe Balance y Agenda Investigación Gastos Tributarios en el Perú: ¿Incentivos o privilegios?, del que es autor.
En su presentación se concluye que evaluar la efectividad de los gastos tributarios presenta los mismos problemas que evaluar el gasto público. Por ello, ante la ausencia de microdatos, se debe apelar a enfoques más heurísticos.
Las exoneraciones
Cuba mencionó, preliminarmente, que si el Gobierno busca solamente efectos inmediatos en la recaudación se debe revisar la inafectación del IGV a la importación y prestación de servicios por las instituciones educativas públicas o particulares; y la inafectación del IR a la CTS.
Según estimó, el gasto tributario este año sería de S/ 1,921 millones y S/ 1,190 millones, respectivamente, por ambos beneficios.
Por el contrario, se podría mantener el pago del IR en 15% para la agricultura (ver página 13-1). “Podría postergar un tiempo más porque es un sector que tiene expansión plena”, anotó.
Fuente: Gestión / 13 de junio 2018